"Esta noche seré la empleada número 23 que se suicida", escribió Stephanie, de 32 años, que trabajaba en la empresa francesa "France Telecom", y que el pasado viernes se arrojó por la ventana de su oficina en París. Como ella, otras 22 personas han decidido poner fin a su vida en esta empresa desde febrero de 2008.
¿Qué explicación puede dar la Programación Neurolingüística (PNL) a este hecho? Se trata de una cuestión de identidad. Una persona que es capaz de acabar con su existencia por problemas laborales es porque el trabajo se ha convertido en su "identidad" y no es capaz de disociar su vida del lugar donde realiza su actividad. Dentro de los niveles neurológicos definidos por Gregory Bateson la identidad es uno de los más elevados -sólo está por encima el nivel espiritual o transpersonal- de manera que por debajo de éste se encuentran: creencias y valores, capacidades, comportamientos y el entorno.
Cuando una persona se encuentra tan mal en su trabajo que la forma de terminar con ello es acabar con su vida es porque ha identificado su labor con su propia persona, de manera que no se le ocurre otras opciones como, por ejemplo, marcharse de la empresa y buscar otra forma de ganarse la vida. Con esa idea de "mi vida es trabajar en France Telecom", si eso le va mal su manera de romper con ello es suicidarse, en vez de contemplar otras opciones.
A veces también ocurre en los matrimonios. Hay mujeres maltratadas que no "ven" la posibilidad de separarse porque les han hecho creer que son "la mujer de", es decir, que su identidad depende de su pareja. Esto les lleva a tener la crencia de que "no pueden separarse", "tienen que aguantar", etc.
Mediante la práctica de la PNL se puede conseguir que esas personas que se ven atrapadas dentro de una identidad que les está perjudicando, puedan salir de ello y empezar una nueva vida con nuevas creencias, capacidades, comportamientos y entornos.
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