martes, 13 de junio de 2017

10 Tips para Hablar en Público

1. Gestiona bien tus emociones: un buen orador sabe gestionar sus emociones (alegría, tristeza, miedo, sorpresa, enfado y asco) de manera adecuada para mostrarse siempre sereno, tranquilo, equilibrado y no llegar nunca a la ira, perder los estribos, etc… hablando en público. La Inteligencia Emocional ayuda al orador a gestionar bien las emociones y a ser capaz de transmitirlas, también muy importante.


2. Emplea la llamada postura de “neutralidad”: quizás la conozcas de pilates. Es una posición en la que el orador está de pie, con su peso equilibrado en ambas caderas y los brazos colgando. Sus brazos y sus manos se mueven en cuanto comienza a hablar. Es la postura que podemos ver en el atril a los buenos oradores o cuando los políticos posan para una foto. Da sensación de seguridad delante del público.

3. Gestiona bien tu mente: todos los miedos e inseguridades que tenemos proceden de nuestros pensamientos, nosotros mismos los creamos. Herramientas como la Programación Neurolingüística (PNL) nos ayudan a eliminar de nuestra mente los pensamientos negativos y nos potencia a través de creencias positivas: “claro que puedo hablar en público”, “soy capaz”, etc…

4. Utiliza las 3 Claves de la Oratoria: las claves que hemos comprobado en los grandes oradores de la Historia: naturalidad (ser tú mismo), humildad (no creerte más que nadie, no ser prepotente al hablar en público) y, hablar desde el corazón (con ganas, con pasión, con ilusión…) Son tres claves que te ayudan a salir de cualquier situación que te pueda pasar al hablar en público, ya sea una pregunta difícil, que te caigas al suelo, que te quedes en blanco o que no te funcionen los medios técnicos.

5. Consigue que tu público “vuele” contigo: a fin de evitar los discursos aburridos o las presentaciones que se denominan “muerte por PowerPoint”, necesitamos emplear lo que se llaman “buenos inicios y finales”. Como dijo Winston Churchill: “el mejor discurso es que tiene un buen principio, un buen final, y en el que la distancia entre ambos es la mínima posible”. Una anécdota personal, un “storytelling”, una cita, etc… pueden constituir un buen inicio o un buen final.

6. Prepara bien la presentación: si usas PowerPoint, Keynote, Prezi o cualquier otro tipo de presentación visual tienes que tener en cuenta que ese elemento no es para ti, sino para tu público. Por tanto, lo que no se pueda leer no se puede poner y es preciso que el público pueda ver de una simple mirada lo que queremos decir. Un buen ejemplo en este sentido eran las presentaciones de Steve Jobs. Se caracterizaban por ser muy simples, un elemento por diapositiva, lo cual atraía la mirada del público hacia lo que él quería en ese momento.

7. ¡Juega con tu voz! Nuestra voz no la podemos cambiar pero sí el uso que hacemos de ella. Puedes tener el mejor discurso o la mejor presentación del mundo pero si no sabes interpretarlo adecuadamente, saldrá muy mal. Jugar, por ejemplo, con los silencios y las pausas es mágico para “enganchar” a tu público y conseguir seducirles.

8. Emplea un Lenguaje No Verbal (LNV) adecuado: vestir según la imagen que quieras dar y según el público que tengas delante; evitar gestos inadecuados (tocarse la cara, anillos, pulseras, corbatas, uso del bolígrafo, manos cerradas o brazos o piernas cruzados) y mover las manos al ritmo de la voz, son pautas fundamentales de un buen uso del lenguaje no verbal en oratoria.

9. Adapta tu lenguaje a tu público: no puede ser lo mismo hablar para niños, adolescentes, personas de la tercera edad, profesionales, médicos, profesores, abogados, ingenieros, policías, etc… el orador debe adaptar su lenguaje verbal a las personas que tiene delante, de manera que todo el mundo entienda lo que va a decir. Ojo por tanto con las palabras anglosajonas ante un público que a lo mejor no las conoce, o con los tecnicismos de cualquier profesión ante unas personas que no son de dicho campo.

10. Trata de ser coherente en los 3 tipos de lenguaje: El ser humano utiliza 3 tipos de lenguaje: lenguaje verbal (mensaje), lenguaje paraverbal (voz) y lenguaje no verbal (cuerpo). Para que un orador sea creíble sus tres tipos de lenguaje deben ser coherentes, es decir, los tres deben indicar lo mismo. Si un orador no es coherente pierde credibilidad.

Y por supuesto, después de tener en cuenta todos los anteriores, la base es: practicar, practicar, practicar.

Escuela Europea de Oratoria (EEO)

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