¿Sabías que más de la mitad de
nuestra comunicación depende exclusivamente de nuestro cuerpo? Solamente con la
forma de caminar hacia el escenario, la ropa, el maquillaje, la sonrisa y, por
supuesto, la postura, ya hemos comunicado infinidad de cosas a nuestro público.
Aún no hemos abierto la boca y nuestros espectadores ya tienen una impresión
formada de nosotros que va a condicionar su escucha. ¡Y no nos hemos dado ni
cuenta!
Cómo saber qué impresión causas en tu
público
Según las investigaciones de
Albert Mehrabian, el 55% de
nuestra comunicación es el lenguaje no verbal. Si eres orador y no eres consciente de este lenguaje estás abandonando
al azar una gran parte de tu mensaje.
Lo
mejor de estas clases es que aprendes mientras intervienes ante tus compañeros,
pero también observando y escuchando a los demás alumnos. Desde el primer
momento se crea un ambiente de confianza y compañerismo que facilita el
aprendizaje. Gracias a las grabaciones, cada alumno puede ver su estilo de
comunicación y el de los demás, y así aprender los unos de los otros. En este
caso, no solo es importante vernos a nosotros mismos, sino escuchar qué es lo
que ven los demás cuando nosotros hablamos, saber qué es lo que les transmitimos
y si es eso lo que queremos realmente.
¿Puede el lenguaje corporal cambiar
nuestras emociones?
Si
reflexionamos un poco, parece fácil entender la importancia que tiene el lenguaje no verbal en nuestra
comunicación, no solo por lo que transmitimos nosotros, si no por lo que el
público nos dice con su mirada, su postura, sus manos… Pero lo más curioso de
todo es que hay estudios que confirman
que nuestro lenguaje corporal también afecta a nuestras emociones. Esto quiere
decir que si tratamos de utilizar posturas que nos dan seguridad, podemos llegar
a sentirnos realmente más poderosos. Amy
Cuddy lo explica estupendamente en una conferencia que puedes ver en TED y
si haces este curso podrás comprobarlo por ti mismo.
Periodista y alumna del Curso de Especialista en Oratoria
de la Escuela Europea de Oratoria
Etiquetas: comunicación, Escuela Europea de Oratoria, lenguaje no verbal, Oratoria, Teresa Baró