Te presento mi nuevo libro: "Habla con Extraños", reivindicando la comunicación entre seres humanos

He tenido perro dos veces en mi vida: cuando tenía 16 años y ahora. Recuerdo aquellos de la primera vez como momentos de mucha relación con otras personas. Todo el mundo que llevaba un can se saludaba, era lo normal. Con algunas personas entablabas una relación, incluso importantes amistades, con otras solo intercambiabas un saludo de ”buenos días”, pero era impensable que alguien no respondiera a algo que dijeras al cruzarte en el parque. Hoy, treinta años después, paseando con Obi día tras día, he podido comprobar que el porcentaje de individuos que saludan es de un 60% aproximadamente. Es cierto que algunos de ellos van hablando por teléfono, otros van escuchando música, pero hay una gran mayoría que evitan la mirada, incluso aunque los canes interactúen entre ellos. ¿Qué está ocurriendo con la especie humana? A veces me dan ganas de parar a esa persona y decirle: “¿Te das cuenta de que no me has saludado y a lo mejor algún día te puedo salvar la vida? Los únicos que estamos en el parque siempre somos las personas que tenemos perro y que salimos aunque haga frío, llueva o haya una pandemia mundial. Si un día solitario en el parque te da un ataque al corazón o te partes una pierna. ¿Quién crees que te puede echar una mano?”. Por educación deberíamos saludar, pero por puro egoísmo también.

Se denomina Small Talk a esas pequeñas conversaciones intrascendentes que mantenemos con desconocidos: en el parque, en la consulta del médico, en el supermercado, pero también en el momento del café en un congreso, comiendo en la cantina de la oficina, o compartiendo el ascensor en el edificio del trabajo... Son charlas de solo unos minutos pero que pueden aportar mucho para tu vida profesional y personal. Antes de conocer a la mayoría de las personas que son ahora tus amigos o compañeros de trabajo eran auténticos extraños, y de alguna manera se produjo el primer Small Talk. 

En el libro cuento de una manera extensa cómo lanzarse a practicar estas pequeñas conversaciones que te pueden ayudar a quitarte timideces y trabajar elementos interesante como persona y como profesional: autoestima, frustración, miedo al rechazo, escucha activa, gestión de emociones... e incluso hablar en público. Si no te atreves a hablar con una persona que te encuentras en la cancha de baloncesto, en el ascensor de tu casa, en el parking de la empresa o con la persona de al lado en un seminario de trabajo... ¿Cómo vas a hablar para un público?

Dominar los Small Talk te ayudará a reforzar tu imagen en la empresa, llegar mejor a los clientes, hacer nuevos amigos y sonreír más a menudo. Así que, a pesar de que durante toda nuestra infancia nos dijeron: "No hables con extraños", ahora que eres adulto espero que sí lo hagas. ¡Ah, y si me ves en cualquier sitio, háblame por favor!

Para reservar tu libro "Habla con Extraños" que está en preventa hasta el 15 de febrero, lo puedes hacer en: 

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