¿Por qué unos maltratadores se suicidan y otros no?

Lo estamos viendo cada día. Algunos maltratadores asesinan a sus parejas y luego se suicidan. Otros, sin embargo, matan a sus mujeres y, o bien se entregan a la policía, o son capturados por ésta. ¿Cuál es la diferencia de unos y otros a nivel neurológico? ¿Qué es lo que pasa por sus cabezas?

La Programación Neurolingüística (PNL), un conjunto de herramientas científicas de conocimiento del ser humano que cada vez está más difundida en España, nos da la clave de tan diferentes comportamientos a través de la Pirámide Neurológica de Robert Dilts.

Según los estudios de Dilts, basados en los realizados anteriormente por Gregory Bateson, el ser humano se comporta según una serie de niveles neurológicos que todos tenemos, siendo el nivel más importante el de "identidad" porque es el que nos dice quién somos.

En el caso de los maltratadores que asesinan a sus parejas o exparejas y luego se suicidan, tienen asumido que ellos no pueden vivir sin esa mujer, por lo que están dispuestos a perder su vida, su "identidad" -que decíamos que es el nivel más importante del ser humano- si ella ya no quiere estar con ellos. Es como si su "identidad" estuviera unida a la de su mujer.

En el caso de los maltratadores que asesinan a sus parejas o exparejas aunque no se producen daños a sí mismos y quieren seguir vivos, la cuestión es diferente. Son aquellos que tienen como "creencias" -nivel inferior a la identidad en la Pirámide Neurológica- que ellas les pertenecen y que por tanto, si no les quieren a ellos, las tienen que matar para que no estén con nadie más. El problema en estos casos no llega a ser de "identidad", no están dispuestos a perder su vida con ellas, aunque sí pueden asesinarlas por sus "creencias".

Está claro que cualquiera de las dos opciones es terrible y no supone ninguna ayuda para las mujeres maltratadas, aunque sí supone un intento de conocer la psicología de los maltratadores y descifrar cómo funcionan sus mentes.