Le llaman "la princesa del pueblo" y, aunque tiene numerosos detractores, lo cierto es que Belén Esteban, "la Esteban", es todo un descubrimiento mediático que está dando un gran éxito de audiencia a Telecinco. Pero... ¿cuál es el secreto de su triunfo en televisión? ¿por qué una chica que no sabe expresarse con cultura, que no baila especialmente bien y que siempre está envuelta en líos mediáticos tiene tanto éxito?
La Programación Neurolingüística (PNL), un conjunto de herramientas que nos llega de EEUU nos da las claves para destripar el secreto de Belén. Uno de los rasgos fundamentales de Belén Esteban es que es kinestésica preferentemente. Como todos los seres humanos percibe la realidad visual, auditiva y kinestésicamente (por las sensaciones corporales), y como todas las personas, cuenta con un sistema representacional preferente. La PNL nos enseña cómo las personas percibimos la realidad de estas tres maneras, aunque hay un canal (visual, auditivo o kinestésico) que es el que más usamos. No sólo para recibir la información sino también a la hora de comunicarnos con los demás.
En el caso de Belén Esteban, predominantemente kinestésica, se caracteriza por ser muy emocional, mostrando sus emociones sin problema. Eso es lo que la gente aprecia de ella: su capacidad para reírse y llorar en público sin pudor. ¿Qué ocurre con el espectador? Que empatiza con ella, poniéndose en los zapatos de una joven madre soltera, despechada de un torero, que trata de rehacer su vida haciéndose un hueco en la televisión. Luego se casa, se separa, se vuelve a juntar... El culebrón que Belén Esteban supone colma las expectativas de su público.
Otra de las características que se pueden analizar de esta mujer es que es muy expresiva en sus gestos. Es muy fácil saber cuál es su estado de ánimo con solo mirarla. Eso es debido a que no tiene un control de su lenguaje no verbal, no lo gestiona, de manera que, como este tipo de lenguaje es inconsciente, Belén deja simplemente que fluya. Esa expresividad le acerca también a su público.
Además Belén cumple con tres características fundamentales en la comunicación. Por un lado, su naturalidad. La gente aprecia su expresividad, sus gestos, sus arrebatos, entrando con ella en sintonía sin problemas. Si Belén dice: "yo por mi hija mato", eso se convierte en una frase popular. La humildad es otra de las claves de Belén. Recordemos que la hemos visto crecer, desde sus encuentros juveniles con Jesulín de Ubrique hasta su actual ruptura matrimonial, cualquier episodio de su vida ha sido televisado. Y ella aparece como una heroína, de ascendencia humilde, con la que cualquier telespectador se puede identificar. La tercera clave de Belén es el corazón, esa kinestesia que nos explica la PNL que tiene, hace que "la Esteban" se exprese con el corazón, llegando a transmitir sus emociones a una gran parte de la audiencia. Naturalidad, humildad y corazón son las tres claves de la comunicación. Ya querrían muchos oradores tener la capacidad de comunicación que tiene Belén Esteban. Más información sobre Programación Neurolingüística (PNL) e inteligencia emocional en el libro "¿Estás comunicando?" que acabo de publicar.
Etiquetas: Belén Esteban, corazón, emociones, humildad, kinestésica, lenguaje no verbal, naturalidad, PNL, Programación Neurolingüística
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