Una cuestión de necesidad, más que de
elección.
La globalización, la diversidad cultural
y la expansión de las empresas hoy en día, han convertido el inglés en la
lengua universal de los negocios. Está presente en casi todo el mundo y es
considerado el principal elemento de comunicación entre culturas que comparten
pocos o ningún rasgo en común.
Esto significa que cualquier proceso de
negocio habitual puede ocurrir naturalmente en inglés desde hablar en público
y realizar una presentación, hasta interactuar, negociar, discutir y/o consensuar con otros. No obstante, de todos esas dinámicas que
mencionamos, hablar en público y hacer presentaciones
en inglés son las que más ansiedades y miedos generan en los
profesionales.
Lo que les ocurre a tantos de ellos es
que, aún dominando el idioma perfectamente, experimentan timidez excesiva,
miedo al ridículo, a no ser capaces de transmitir seguridad o claridad en las
ideas, a resultar ineficaces, a no persuadir a la audiencia o a quedarse en
blanco y sin recursos. Muchos, por ejemplo, concentrados en encontrar las
palabras exactas, desatienden la pronunciación y la entonación; otros se
pierden en las argumentaciones, no saben improvisar y les resulta imposible retomar
el discurso.
Ahora bien, debemos considerar que la
conducta de hablar y hacer presentaciones en público no es innata -y mucho
menos considerando que tenemos que hacerlo en nuestra segunda lengua-. Sin
embargo, hay una cantidad de recursos lingüísticos que se pueden aprender y que
una vez incorporados mejoran sustancialmente la eficacia en el desempeño
discursivo.
Al efecto, la Escuela Europea de Oratoria nos propone un interesante curso de oratoria en inglésdictado por un profesor británico, experto en enseñar
a los directivos y profesionales la habilidad de hablar en público y
hacer presentaciones en inglés. Algunas de las claves importantes que
aborda para enriquecer el discurso, además de la preparación, la estructura y
la organización del mismo, son:
·
Perfeccionar la
entonación y la pronunciación.
Uno de los errores al hablar inglés consiste en pensar que podemos aplicar la
misma entonación que usamos en español, que sólo es cuestión de aprender
vocabulario y hacer construcciones sintácticas. ¿Qué rasgos
lingüísticos existen en la entonación en inglés? ¿Qué puede provocar ritmo
discursivo o una pronunciación inadecuada?
·
Resolver diferencias
culturales. Hay cosas que sólo se pueden
aprender en un entorno sociolingüístico y cultural Nos damos cuenta cuando
no sabemos una cosa en inglés y queremos averiguarla mirando en el diccionario.
A lo mejor encontramos un término que es real, pero no es la forma habitual de
decirlo. ¿Qué es lo que desconocemos?
·
Adquirir estrategias
discursivas y recursos lingüísticos. Uno
de los errores más típicos es que los españoles vamos construyendo las
frases. No utilizamos expresiones aprendidas, sino que vamos agregando o
quitando palabras hasta armar la frase. Por eso, al decir algo en inglés el
proceso es mucho más lento. Cuando las personas logran hablar inglés fluido no
se dedican a “construir frases“. ¿En qué nos concentramos y tenemos
que dejar de hacerlo?
·
Ganar confianza y
seguridad al hablar en público en inglés. En la medida en la que vayamos aprendiendo e
incorporando una cantidad de recursos lingüísticos que nos permitan fluir en el
arte discursivo en inglés, el aumento de la confianza y la seguridad personal
serán una consecuencia visible y natural.
Con un buen dominio del idioma inglés,
aprender el resto de claves que hemos ido mencionando (entre otras) es un
desafío que sólo requiere de nuestra voluntad e intención. Voluntad e intención que nos permitirán adquirir
destrezas y mejorar sustancialmente nuestra forma de hacer presentaciones en
público, de negociar y de relacionarnos con los demás en esta lengua universal
e independientemente del contexto.
Más información sobre el curso Oratoria en Inglés aquí.
Etiquetas: Escuela Europea de Oratoria, Oratoria
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