En este descubrimiento del mundo que está realizando Obi, el cachorro de Chow Chow, cada día es una aventura. Como el día que se encontró en el parque un gigantesco ejemplar de Gran Danés, la raza de perro más grande por excelencia. El animal, a pesar de que debía ver a Obi como una pulga, mostró cierto interés por él. Algo que a Obi pareció aterrarle, pues era "demasiado perro para su gusto". Así que el cachorro decidió recular hacia atrás, acrecentando así el interés del dogo, que se acercó más. Era curiosa ver la escena de un perro que, en nada es pequeño un Chow Chow, con dos meses y medio ya es más grande que muchos caniches. Sin embargo, al lado de aquel inmenso Gran Danés, Obi era una pulga. Como era de esperar, a pesar de la desazón del cachorro, el perro grande le olisqueó y se marchó.
Al día siguiente, en otro parque y otro paseo distinto, Obi tuvo ocasión de encontarse con una de las razas de perros más diminutas existentes, el Yorkshire Terrier, sobre todo si es de tamaño toy. El animalito vio a Obi, y éste se acercó con confianza, pensando que un perro más pequeño que él podría ser un buen compañero de juegos. De repente, el Yorkshire se le tiró al cuello ,bueno, el cuello de Obi tiene tanto pelo que no lo debió ni notar, aunque sí percibió la mala leche del ejemplar que, apercibido por su dueña, se llevó su consabida bronca. Obi respondió con un gruñido que parecía decir: "¿por qué se habrá puesto así?".
También nosotros nos dejamos llevar en nuestra vida por las apariencias, y nos juntamos con personas que no son merecedoras de nuestra confianza o que sí lo son, en base a cualidades que nos llaman la atención. Una profundización mayor en el conocimiento de los demás y no dejarnos llevar por lo que vemos en el exterior no nos vendría nada mal.
Etiquetas: apariencias, chow chow, enseñanzas, inteligencia emocional, Obi
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio