Los bebés ratones tenían tan sólo unos pocos días de edad. Se lo estaban pasando en grande cuando de repente apareció una sombra negra de grandes proporciones y los bebés ratones dejaron de jugar. Un gato enorme se estaba abalanzando sobre ellos, relamiéndose anticipadamente de gusto por el almuerzo. Rápida como un relámpago, la madre ratón saltó por encima de sus crías, miró fijamente al gato a los ojos y ladró con todas sus fuerzas: "¡Guau!¡Guau!". El gato se quedó tan sorprendido que dio media vuelta y salió corriendo. "Espero que lo que acabáis de ver os sirva de lección", dijo la madre ratón. "No subestiméis jamás la importancia que tiene saber un segundo idioma".
Este pequeño relato, del libro "Más magia de la metáfora", de Nick Owen, es muy útil para darnos cuenta de la importancia que tiene aprender cosas nuevas. Por ejemplo, aprender a hablar en público. Saber manejarnos ante un auditorio es como saber un nuevo idioma: permite una nueva forma de comunicación, relacionarse mejor con los demás y te abre muchas puertas. ¿Cuándo te vas a poner a ello?
Etiquetas: cuento; Nick Owen, idioma, metáfora, relato
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