200 años del nacimiento de Charles Darwin
Su vida cambió cuando uno de sus profesores lo recomendó a Robert FitzRoy, capitán del "HMS Beagle", barco de la Marina británica, que buscaba a alguien para acompañarlo en una expedición científica alrededor del mundo. El barco zarpó el 27 de diciembre de 1836 y Darwin, a los 22 años, descubrió un nuevo mundo, y con él, su teoría de la evolución y la selección natural. El viaje duró cinco años, con escalas en Brasil, islas Galápagos (Ecuador), Tahití, Nueva Zelanda y Australia. Fascinado por la flora y fauna de América del Sur, como el alemán Alexander von Humboldt años antes que él - cuyos diarios Darwin leyó ávidamente - el joven anotó todo lo que veía, recogiendo especímenes en cada etapa.
Seguía escribiendo, pero era muy cauteloso de divulgar sus teorías. Sin embargo, le pidió a Emma que en caso de él muriera publicara un ensayo sobre la evolución mediante la selección natural porque, escribió, sería "un paso considerable en la ciencia". Lo que le llevó a publicar "El origen de las especies" fue un ensayo publicado en 1958 por Alfred Russel Wallace, quien llegó a la misma conclusión de que las especies compiten y que sólo las más fuertes sobreviven. Pero según Wallace, esa selección natural estaba guiada por una fuerza sobrenatural. En cambio, Darwin ya en 1938 escribió que "el hombre, en su arrogancia, se cree una obra digna de la intervención de una deidad. Sería más modesto, y más verdadero, que se considerara creado a partir de los animales".
Cuando murió en 1882, sus teorías eran ya aceptadas por una mayoría de la comunidad científica y Darwin era galardonado con medallas y títulos. A su muerte de un colapso cardiaco, Darwin recibió funerales de Estado y fue sepultado en la Abadía de Westminster, cerca de la tumba de ese otro gran científico británico, Isaac Newton.
Etiquetas: ciencia, Darwin, homenaje, seleccion natural, teoria de la evolucion
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