1. Gestiona bien tu mente: los candidatos necesitan llegar al plató
con el convencimiento de que lo van a hacer bien, con un espíritu positivo,
dejando a un lado todos los miedos e inseguridades que surjan en sus
pensamientos. En ese sentido, trabajar antes del debate las creencias potenciadoras
y realizar una visualización satisfactoria del evento les vendría muy bien para
prepararse adecuadamente. La actitud es más importante que la aptitud.
2. Gestiona bien tus
emociones: un buen
orador sabe gestionar sus emociones (alegría, tristeza, miedo, sorpresa, enfado
y asco) de manera adecuada para mostrarse siempre sereno, tranquilo,
equilibrado y no llegar nunca a la ira, perder los estribos, etc… El candidato
de los cuatro que se muestre más calmado, que se comunique con asertividad pero
no con agresividad, tendrá puntos ganados con la audiencia. La Inteligencia
Emocional es, por tanto, una clave fundamental para la Oratoria.

4. Utiliza los 3 secretos
básicos de un buen orador:
naturalidad: cada candidato debe tratar de ser él mismo, sin tratar de imitar a
nadie o interpretar ningún papel. Un orador no es un actor. “Yo diría –dice la
directora de la EEO- que debe ser un “yo mismo” en versión 2.0, es decir,
actualizado con la última versión de software de Oratoria posible, es decir,
haciendo suyos los consejos que estamos indicando de manera que los integre y
se conviertan en algo natural”. La humildad es el segundo secreto fundamental.
Si el candidato llega con prepotencia, y eso es lo que transmite a la
audiencia, el público lo va a entender como soberbia, y eso se entiende como
agresividad. El tercer secreto es poner el corazón, la pasión. Aquél candidato
que logre transmitir entusiasmo y pasión en lo que dice se ganará al público
con mayor facilidad.
5. Prepara
un buen inicio y un buen final: Un buen inicio y un buen final es
fundamental en cualquier presentación en público que se realice. Por lo tanto,
si está pactado un minuto final al terminar el debate, es muy importante
prepararlo a conciencia, sabiendo emplear en ese momento la naturalidad, la
humildad y el corazón. El espectador lo que quiere es ver a un político que le
hable con la mano en el corazón, sintiendo lo que dice. Las emociones se
transmiten y solo aquel que sepa hacerlo bien, llegará más a la audiencia.
6. Usa un lenguaje
positivo: la ciudadanía
está cansada de ver a políticos discutiendo y echándose en cara cuestiones
diversas. “¿Qué tal si alguno de los candidatos se dedicara a contar qué es lo
que va a hacer –dice Mónica Pérez de las Heras- hablando en positivo de sus
propuestas? Debatir no es discutir y en España estamos cansados de ver a los
políticos gritándose unos a otros”.
Emplea bien los puntos de puntuación: comas, puntos, dos
puntos, comillas, exclamaciones e interrogaciones hay que hacerlos con la voz,
de esa manera se te entenderá mejor.
8. Emplea un lenguaje no
verbal adecuado: cuestiones
básicas a tener en cuenta:
*
Gesticular lo justo para que las manos acompañen lo que dices pero que no distraigan de tu mensaje.

* No
moverse del sitio: importancia de la postura de “neutralidad”. Pies quietos.
* No hacer
gestos inadecuados (cuidado con las microexpresiones de la cara que pueden surgir ante un ataque verbal de
otro candidato, se necesita mostrar calma), ni tocarse
la nariz, el pelo, la chaqueta, etc…todo eso muestra nervios (inseguridad).
* Empleo
de la sonrisa: es el espejo de nuestro estado de ánimo. Cuanto más enfurruñados estén los candidatos más mal
rollo transmitirán a la audiencia.
* Ojo con
los “momentos de escucha”: son aquellos en los que los candidatos no hablan porque lo está haciendo otro.
Fundamental mantener la postura y unos gestos adecuados.
9. Adapta tu lenguaje a tu
público: la audiencia
es quien importa en un debate, no los
otros participantes, por lo que debes hablar para que te entienda la gente
corriente que está en su casa viendo el debate. Explica tus propuestas
claramente y defiéndelas de forma sencilla. Para ello habrás debido preparar
con tu equipo el argumentario que vas a emplear; piensa qué le importa más a la
ciudadanía y diles lo que vas a hacer sobre ello.
10. Sé coherente en los 3
tipos de lenguaje: El
ser humano utiliza 3 tipos de lenguaje: lenguaje verbal (mensaje), lenguaje
paraverbal (voz) y lenguaje no verbal (cuerpo). Para que un candidato sea creíble
sus tres tipos de lenguaje deben ser coherentes, es decir, los tres deben
indicar lo mismo. Si un candidato quiere transmitir el problema de los
deshaucios y no lo hace con la voz adecuada no va a emocionar, no va a llegar.
Lo más importante que tiene un candidato es su credibilidad.
Si te interesa seguir el debate con la Escuela Europea de Oratoria podrás hacerlo en directo a través de twitter: #EEODebate13J
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